Para ser libre no se necesita sólo despojarse de las propias cadenas, sino vivir de una manera que respete y potencie la libertad de otros.
Tal y como expresamos nuestra gratitud, nunca debemos olvidar que la mayor apreciación no es pronunciar palabras, sino vivir para ellas.
Yo sabía que pertenecía al público y al mundo, no porque tuviese talento o incluso belleza, sino porque nunca había pertenecido a nada ni a nadie más.
El profesor que es sabio de verdad, no os pedirá entrar en la casa de su sabiduría, sino que os conducirá a la puerta de su mente.
Para entender el corazón y la mente de una persona, no mires lo que él ha logrado, sino a lo que aspira.
La lucha es el padre de todas las cosas. No es por los principios de la humanidad que el hombre vive, o es capaz de mantener por encima del mundo animal, sino únicamente por medio de la lucha más brutal.
Escucha, la verdadera poesía no dice nada, sino que sólo marca las posibilidades. Abre todas las puertas. Se puede llegar hasta la persona que más te convenga.
Hoy en día, más que nunca, la vida debe caracterizarse por un sentido de responsabilidad universal, no sólo de una nación a otra, y de humano a humano, sino también de humano a otras formas de vida.
El arte progresivo puede ayudar a las personas a aprender no sólo acerca de las fuerzas objetivas que actúan en la sociedad en que viven, sino también sobre el carácter social de su intensa vida interior. En última instancia, puede impulsar a la gente hacia la emancipación social.
El dinero y el éxito no cambian a las personas, sino que simplemente amplifican lo que ya estaba ahí.
Las virtudes se adquieren a través del esfuerzo, que se apoya totalmente sobre sí mismo. Por lo tanto, para alabar a los demás por sus virtudes no puede sino alentar los esfuerzos propios.
No hay que decir que la hora de trabajo de un hombre vale lo mismo que la hora de otro hombre, sino más bien que un hombre durante una hora vale tanto como otro hombre durante una hora. El tiempo lo es todo, el hombre no es nada: es la carcasa de la mayoría del tiempo.
La sociedad no consiste en individuos sino que expresa la suma de las interrelaciones, las relaciones dentro de la cual estas personas se levantan.
El ser humano es en el sentido más literal, un animal político, no meramente un animal gregario, sino un animal que también podrá individuar sólo en el seno de la sociedad.
Yo creo en el cristianismo como creo que ha salido el sol: no sólo porque lo veo, sino porque gracias a ello veo todo lo demás.
La amistad es innecesaria, como la filosofía, como el arte... No tiene valor de supervivencia, sino que es una de esas cosas que dan valor a la supervivencia.
El valor no es simplemente una de las virtudes, sino la forma de todas las virtudes en el punto de prueba.
Algunas personas se sienten culpables acerca de sus inquietudes y no las consideran como un defecto de fe, sino que son aflicciones, no pecados. Al igual que todas las aflicciones, que son, si así lo puede tomar, nuestra participación en la pasión de Cristo.
Parte de toda miseria es, por decirlo así, la sombra de la miseria o de la reflexión: el hecho de que no se limitan a sufrir, pero hay que seguir pensando en el hecho de que usted sufra. No sólo se vive cada día sin fin en el dolor, sino que viven cada día pensando en vivir cada día en el dolor.
El verdadero problema no es por qué algunas personas piadosas, humildes y creyentes sufren, sino ¿por qué otros no?
El competidor a temer es aquel que nunca se preocupa de ti en absoluto, sino que se preocupa todo el tiempo en hacer su propio negocio mejor.
El mayor uso del capital no es ganar más dinero, sino ganar dinero para hacer más por el mejoramiento de la vida.
Los que lloran durante los períodos felices que se encuentran en la historia, reconocen lo que quieren; no por el alivio sino por el silenciamiento de la miseria.
Porque si hay un pecado contra la vida, consiste quizás no tanto en la desesperación de la vida sino más bien en la esperanza de otra vida y en eludir la implacable grandeza de esta vida.
La persona que ha vivido más no es el que tiene más años, sino el que tiene las experiencias más ricas.
O el amor, si me arrepiento de la edad en que uno lo saborea, no es por la hora de placer, sino por aquello que lo sigue.
Me atrevo a exponer aquí lo más importante, la regla más útil de toda la educación. No se trata de ahorrar tiempo, sino no despilfarrarlo.
El fin de la ley no es abolir o restringir, sino preservar y ampliar la libertad. Porque en todos los países donde haya hombres en estado de derecho, donde no hay ley, no hay libertad.
Prejuzgar las ideas de otros hombres antes de que hayamos mirado en ellos no es mostrar su oscuridad sino poner nuestros propios ojos.
Las nuevas opiniones son siempre sospechosas, y por lo general opuestas, sin ninguna otra razón sino porque no son comunes.
No hay nación tan poderosa como la que obedece sus leyes no desde el miedo o los principios de la razón, sino por la pasión.
Muchas personas tienen una idea equivocada de lo que constituye la verdadera felicidad. No se alcanza a través de la auto-gratificación, sino a través de la fidelidad a un propósito digno.
Puedo ver, y es por eso que puedo ser feliz en lo que tú llamas oscuro, pero que para mí no es oscuro sino claro. Puedo ver un mundo hecho por Dios, no un mundo hecho por el hombre.
El mundo se mueve adelante, no sólo por los poderosos empujones de sus héroes, sino también por la suma de pequeños empujones de cada trabajador honesto.
La mayoría de los estadounidenses no son el tipo de ciudadanos que se espera de los Padres Fundadores, sino que son siervos satisfechos. Lejos de ser críticos activos del gobierno, asumen que siempre lo hace bien.