Los ganadores en la vida piensan constantemente en términos de lo que pueda, lo haré, y yo soy. Los perdedores, por el contrario, concentrar sus pensamientos el despertar de lo que deberían tener, o lo habrían hecho, o lo que ellos no pueden hacer.
Detesto la vulgaridad del realismo en la literatura. Al que es capaz de llamarle pala a una pala, deberían obligarle a usar una. Es lo único para lo que sirve.
La causa de la libertad se convierte en una burla si el precio a pagar es la destrucción de quienes deberían disfrutar la libertad.
Acá hay tres clases de gente: la que se mata trabajando, las que deberían trabajar y las que tendrían que matarse.