Frases de Giacomo Leopardi

Quizá, el camino más directo para conquistar la fama sea el afirmar con seguridad y pertinencia y, por cuantos modos sea posible, el haberla conquistado.

Todas las criaturas se sienten o pueden sentirse satisfechas de sí mismos, excepto el hombre; lo que demuestra que su existencia no esta limitada a este mundo como la del resto de las cosas.

¡Qué pena que beber agua no sea un pecado! ¡Qué bien sabría entonces!

Confiad en los que se esfuerzan por ser amados; dudad de los que sólo procuran parecer amables.

Las personas no son ridículas sino cuando quieren parecer o ser lo que no son.

La vejez es mala porque priva al hombre de todos los placeres dejándole los apetitos.

La felicidad está en la ignorancia de la verdad.

Cada uno es tan infeliz como cree.

Para la felicidad son menos nefastos los males que el aburrimiento.

No hay nada más raro en el mundo que una persona a la que siempre podamos tolerar.

La paciencia es la más heroica de las virtudes, precisamente porque carece de toda apariencia de heroísmo.

La vida fácil suele ser la más difícil.

¡Ay, amor! ¡Qué mal me gobernaste! ¿Por qué un sentimiento tan dulce me trae tanto dolor, tanto deseo?

La vejez es el mal supremo, ya que priva al hombre de todos los placeres al mismo tiempo a sus apetitos se mantengan, y que trae consigo cada dolor posible. Sin embargo, los hombres temen a la muerte y la vejez deseo.

La muerte no es malo, ya que libera al hombre de todos los males y se lleva sus deseos, junto con las recompensas del deseo.

Misántropos reales no se encuentran en soledad, sino en el mundo, ya que es la experiencia de la vida, y no la filosofía, que produce verdadero odio de la humanidad.