Navego, corro perros, montar a caballo, jugar al poker profesional y contar historias sobre las cosas que he pasado. Y yo sigo siendo un romántico, yo todavía quiero Bambi para que sea en medio del fuego.
Sigo preguntándome si hay vida después de la muerte. Y si la hay, ¿Le cambiarán a uno un billete de veinte pavos?.
He sido un hombre que busca y aun lo sigo siendo, pero ya no busco en las estrellas y en los libros, sino en las enseñanzas de mi sangre.