Frases de Arturo Graf

No tardará en transigir con el fin quien está dispuesto a transigir con los medios.

Más instructivos son los errores de las grandes inteligencias que las verdades de los ingenios mediocres.

A veces conviene cerrar un ojo, pero no es prudente cerrar ambos a la vez.

La mejor amiga y la peor enemiga del hombre es la fantasía.

Quién más se mueve, menos obra.

Cuanto más posee el hombre, menos se posee a sí mismo.

Hombre fácil a la adulación es hombre indefenso.

Son más instructivos los errores de los grandes intelectos que las verdades de los mediocres.

Escuchad el consejo del que mucho sabe; pero sobre todo escuchad el consejo de quien mucho os ama.

Si pretendes y te esfuerzas en agradar a todos, acabarás por no agradar a nadie.

Nada más fácil que hacerse aplaudir por la canalla.

El que se fía de cualquiera demuestra poca discreción y sensatez: el que de nadie se fía muestra tener todavía menos.

Las naturalezas inferiores repugnan el merecido castigo; las medianas se resignan a él; las superiores lo invocan.

Para hacer política justa y sana no basta conocer los hombres; es necesario también amarlos.

Observa, escucha, calla. Juzga poco, pregunta mucho.

El hombre comienza en realidad a ser viejo cuando cesa de ser educable.

La política es demasiado a menudo el arte de traicionar los intereses reales y legítimos, y de crear otros imaginarios e injustos.

La religión debería servir más para dar ánimos a los buenos que para aterrorizar a los malos.

La civilización es una terrible planta que no vegeta y no florece si no es regada de lágrimas y de sangre.

Si no tienes la libertad interior, ¿qué otra libertad esperas poder tener?

Poquísimos son los hombres que sepan tolerar en los demás sus propios defectos.

La violencia no es sino una expresión del miedo.

El hombre malo puede decantarse a veces hacia el lado de la razón; pero le resulta casi imposible no hacer cuanto conviene para inclinarse a la maldad.

La fuerza es confiada por naturaleza. No existe un signo más patente de debilidad que desconfiar instintivamente de todo y de todos.

No es fiéis del que de nadie se fía.