Hubo un tiempo precioso al principio, cuando yo lo hice y no analizó las consecuencias, pero creo que el tiempo termina en el trabajo de todos.
Una persona nace con los deseos de los ojos y los oídos, y un gusto por hermosas vistas y sonidos. Si se da paso a ellos, se lo lleva a la inmoralidad y la falta de restricción y cualquier principio ritual y el decoro serán abandonados.
Cuando la muerte se precipita sobre el hombre, la parte mortal se extingue; pero el principio inmortal se retira y se aleja sano y salvo.
La mejor defensa contra la mala literatura es una experiencia plena de la buena; así como para protegerse de los bribones es mucho más eficaz intimar realmente con personas honestas que desconfiar por principio de todo el mundo.
Para las personas creyentes, Dios esta al principio. Para los científicos está el final de todas sus reflexiones.
Apolo, el dios de la medicina, solía enviar las enfermedades. En el principio, los dos oficios eran uno solo, y sigue siendo así.
El carácter es como el acróstico o la estrofa alejandrina: puede leerse desde el principio, desde el final o en cruz: siempre dice lo mismo.
El glotón es el sujeto menos estimable de la gastronomía, porque ignora su principio elemental: ¡El arte sublime de masticar!
Primera muestra de una auténtica vocación política lo es, en todo tiempo, que un hombre renuncie desde el principio a exigir aquello que es inalcanzable para él.
Ningún gobierno puede sostenerse sin el principio del temor así como del deber. Los hombres buenos obedecerán a este último, pero los malos solamente al primero.
El trabajo es un título natural para la propiedad del fruto del mismo, y la legislación que no respete ese principio es intrínsecamente injusta.
Hay más simplicidad en el hombre que come caviar por impulso, que en el que como nueces por principio.
La bondad es el principio del tacto, y el respeto por los otros es la primera condición para saber vivir.
Cuando alguien dice estar de acuerdo, en principio, en hacer algo, quiere decir que no tiene la menor intención de hacerlo.
El hombre ha nacido para luchar, y es como se le define mejor diciendo que es un guerrero nato y que su vida desde el principio al fin no es sino una batalla.
La descomposición de todo gobierno comienza por la decadencia de los principio sobre los cuales fué fundado.
Los hechos son el principio, el medio, el fin; hace un daño irreparable descansar sobre grandes discursos.
La fama es peligrosa, su peso es ligero al principio, pero se hace cada vez mas pesado el soportarlo y difícil de descargar.
Al principio de las catástrofes, y cuando han terminado, se hace siempre algo de retórica. En el primer caso, aún no se ha perdido la costumbre; en el segundo, se ha recuperado. Es en el mismo momento de la desgracia cuando uno se acostumbra a la verdad.