Cuando hablé con mis amigos médicos sobre el extraño silencio sobre el tema en revistas médicas estadounidenses y libros de texto, gané la impresión de que aquí era un tema contaminada con el socialismo o con el sentimentalismo femenino para los pobres.
Hable con la gente que nadie está hablando. ¿Quién iba a pensar que dar un discurso en un funeral a los 12 años me a un hombre que presentarme a mi primer contacto de negocios que se me presentara a varias otras personas importantes en mi vida iba a introducir. Eso es suerte. Esa es la aleatoriedad.
Fui entrevistado por un programa de televisión Grammy, y me pregunté por Nashville, y hablé durante tres minutos y cuando terminé, me llenaron de lágrimas. Toda la habitación estaba llorando. Nashville me ha dado un hogar, donde nunca he tenido una casa antes.
Hablé con ex esposas de los músicos de los años 70 para la investigación. Son la gente más divertida del mundo, sin embargo, no es esta hermosa triste en sus ojos que dice que han visto más de lo que nunca podría posiblemente decir.
Me gusta que la gente hable. Yo soy un provocador, y me gusta subir a Twitter y irritar a la gente. ¿Sabes qué, después de un tiempo algún tipo de diálogo sensato y sensatas conclusiones provienen de ese tipo de cosas.
Pero en cuanto a Twitter, voy a estar en un restaurante y voy a llegar a casa y alguien pié y hablé de lo que pedí y lo que llevaba puesto. En algunos casos, esto puede ser peligroso, ya que no desea que todo el mundo sabe dónde está cada segundo de cada día.
Así que es mezclar y combinar. Mantenga la línea cuando te sientes algo que estás diciendo es una maravilla y realmente quieres conseguir este punto a través y demostrar a su pareja con sólo tirar en la cinta y dejar que hable por sí misma.
Lo que me parece interesante es que las personas que siguen sus Twitters son llamados 'seguidores'. Hable acerca falsa idolatría, ¿verdad?
Hablé acerca de convertirse en estúpido, pero yo siempre he sido estúpido. Afortunadamente he sido lo suficientemente inteligente como para darse cuenta de que soy estúpido.
Hay que simpatizar siempre con la alegría de la vida. Cuanto menos se hable de las llagas de la vida, mejor.
La gente, en general, soporta mucho mejor que se hable de sus vicios y crímenes, que de sus fracasos y debilidades.
La respuesta a cualquiera que hable de exceso de población es preguntarle si él mismo es parte de ese exceso de población, o si no lo es, cómo sabe que no lo es.