Aquel a quien los dioses aman muere joven, mientras que él está en la salud, tiene sus sentidos y su sonido juicios.
Es ideal una buena salud a creer, como lo hacen los hindúes, que hay 33 millones de dioses y diosas en el mundo. Es ideal para una buena salud quieren entender los sueños de uno. Es ideal una buena salud a desear lo ambiguo y paradójico.
Cada uno tiene su lección, porque nuestros sueños en la verdad, que vienen en forma de demonios, dioses, o elfos, son alegorías con profundas corazones de la verdad que nos dicen secretos solemnes de nosotros mismos.
En nuestra sociedad cada vez más secular, con tantos dioses dispares y diferentes credos, las películas de superhéroes presentan un lienzo único en el que nuestras esperanzas compartidas, sueños y pesadillas apocalípticas pueden ser proyectados y se jugarán.
Mi ateísmo, como el de Spinoza, es la verdadera piedad hacia el universo y niega únicos dioses modeladas por el hombre a su imagen, a ser servidores de los intereses humanos.
A excepción de un Dios que se sienta después del comienzo del universo, todos los demás dioses en conflicto con los supuestos de la ciencia.
Me tomó dos o tres meses, y se me ocurrió una razón que yo pensaba que era suficiente y me fui con él: si hay un Dios, que definitivamente no es benevolente. Hay que significar menos para él que las hormigas. Y si hay un Dios o no hay dioses que les de valor, más que nada, el libre albedrío.
Hablo de los dioses, soy ateo. Pero yo soy un artista también, y por lo tanto, un mentiroso. La desconfianza todo lo que digo. Yo estoy diciendo la verdad.
He sido ateo desde que tenía nueve años de edad. Y mi madre es muy religiosa, así que tenemos una relación extraña. Pero si mi madre tenía razón, ¿cuál sería la razón de que los dioses podían dejar que nada malo suceda en el mundo?
No sé, si, con excepción de la sabiduría, los dioses inmortales han otorgado al hombre algo mejor que la amistad.
He sido lo suficientemente agradecidos, lo suficientemente inteligente como para tomar el trabajo con Ian McKellen en Dioses y monstruos.
Avanzando estos tres pasos, llegarás más cerca de los dioses: Primero: Habla con verdad. Segundo: No te dejes dominar por la cólera. Tercero: Da, aunque no tengas más que muy poco que dar.
El destino, el azar, los dioses, no suelen mandar grandes emisarios en caballo blanco, ni en el correo del Zar. El destino, en todas sus versiones, utiliza siempre heraldos humildes.
¿Quién osó luchar con los dioses, y quién con el Único? Es hermoso ser un discípulo de Homero, aunque sea el último.
El que se erige en juez de la verdad y el conocimiento es desalentado por las carcajadas de los dioses.
Los excelsos regalos de los dioses no pueden ser destruidos con facilidad por los mortales hombres, ni ceder a sus fuerzas.
¿Dioses? Tal vez los haya. Ni lo afirmo ni lo niego, porque no lo sé ni tengo medios para saberlo. Pero sé, porque esto me lo enseña diariamente la vida, que si existen ni se ocupan ni se preocupan de nosotros.