Frases de Antoine de Saint-Exupery

Cuando el misterio es demasiado impresionante, es imposible desobedecer.

Fue el tiempo que pasaste con tu rosa lo que la hizo tan importante.

Es mucho más difícil juzgarse uno mismo que juzgar a los demás. Si logras juzgarte correctamente serás un verdadero sabio.

Caminando en línea recta no puede uno llegar muy lejos.

El avión es solamente una maquina, pero qué invento tan maravilloso, qué magnífico instrumento de análisis: nos descubre la verdadera faz de la Tierra.

No tengo derecho a decir o hacer nada que disminuya a un hombre ante sí mismo. Lo que importa no es lo que yo pienso de él, sino lo que él piensa de sí mismo. Herir a un hombre en su dignidad es un crimen

El hombre se descubre cuando se mide con un obstáculo.

El fracaso fortifica a los fuertes.

Si queremos un mundo de paz y de justicia hay que poner decididamente la inteligencia al servicio del amor.

La huida no ha llevado a nadie a ningún sitio.

Si al franquear una montaña en la dirección de una estrella, el viajero se deja absorber demasiado por los problemas de la escalada, se arriesga a olvidar cual es la estrella que lo guía.

Todas las personas mayores fueron al principio niños, aunque pocas de ellas lo recuerdan.

La guerra es una enfermedad como el tifus.

Para los vanidosos todos los demás hombres son admiradores.

Me pregunto si las estrellas se iluminan con el fin de que algún día, cada uno pueda encontrar la suya.

Si quieres comprender la palabra felicidad, tienes que entenderla como recompensa y no como fin.

Para ver claro, basta con cambiar la dirección de la mirada.

Los niños han de tener mucha tolerancia con los adultos.

El mundo entero se aparta cuando ve pasar a un hombre que sabe adónde va.

La perfección se logra al fin, no cuando no hay nada que agregar, sino cuando ya no hay nada que obtener.

Uno es para siempre responsable de lo que domestica.

Lo que embellece al desierto es que en alguna parte esconde un pozo.

El avión ha desvelado para nosotros la verdadera faz de la tierra.

El amor es lo único que crece cuando se reparte.

Al primer amor se le quiere más, a los otros se les quiere mejor.