Una imagen más real del mundo, creo, se obtiene imaginando cosas como entrar en la corriente del tiempo a partir de un mundo eterno exterior, que desde un punto de vista que considera el tiempo como el tirano devorador de todo lo que es.
Hay momentos en que toda la ansiedad y la fatiga indicado se calma chicha en el placer infinito y eterno descanso de la naturaleza.
Las estrellas, que la naturaleza colgadas en el cielo, y llenaron sus lámparas con aceite eterno, presten la debida luz para el viajero extraviado y solitario.
El hombre sin duda puede huir de Dios... pero no se le puede escapar. Desde luego, se puede odiar a Dios y ser odioso a Dios, pero no puede transformarse en su contrario el amor eterno de Dios que triunfa incluso en su odio.
Es un deseo eterno para hacer mis sueños realidad. Y está llegando al punto en que ahora es como, vamos Quiero que mis sueños se hagan realidad para que pueda seguir adelante con el resto de mi vida. A veces pienso en el resto de mi vida en que he terminado.
Lo primero que puedo grabar de mí mismo es que yo naciera. Estas son palabras maravillosas. Esta vida, a la que ni el tiempo ni la eternidad puede traer una disminución - el alma viviente eterno, comenzó. Mi mente se pierde en las profundidades.
Sólo cuando nos damos cuenta de que no hay eterno, inmutable verdad o la verdad absoluta podemos despertar en nosotros un sentido de la responsabilidad intelectual.
Un niño es un haz de luz solar de lo Infinito y Eterno, con las posibilidades de la virtud y el vicio, pero sin embargo, como sin teñir.
Dios crea cada margarita separadamente, pero nunca se cansa de crearlas. Puede ser que Él tenga el apetito eterno de la infancia. Porque nosotros hemos pecado y envejecemos, pero nuestro Padre es más joven que nosotros.
El deseo muere automáticamente cuando se logra: fenece al satisfacerse. El amor en cambio, es un eterno insatisfecho.
Sólo el dolor es el rey eterno de la tierra, y la suerte da con la siniestra y arrebata con la diestra.
El que niega el progreso es un impío; el que niega el progreso niega la providencia, pues providencia y progreso son la misma cosa, y el progreso no es más que uno de los nombres humanos del Dios Eterno.
La ley no ha sido establecida por el ingenio de los hombres, ni por el mandamiento de los pueblos, sino que es algo eterno que rige el Universo con la sabiduría del imperar y del prohibir.