Por lo tanto, cuando la mente se conoce a sí misma y ama a sí mismo, sigue existiendo una trinidad, que es la mente, el amor y el conocimiento.
En Inglaterra no soy Inglés, en la India no soy indio. Estoy encadenado a los 1.000 kilómetros cuadrados que es Trinidad, pero voy a eludir ese destino todavía.
Jesús no pasó mucho tiempo disertando acerca de la Trinidad o el pecado original o la encarnación, que se han preocupado más tarde los cristianos. Él pasó haciendo el bien y ser compasivo.
Trinidad puede parecer complejo, pero a todo aquel que lo conoce, es una sociedad filistea simple, colonial.
La respuesta cristiana está contenido en estos dos dogmas fundamentales: el de la Trinidad y de la Encarnación. En el dogma trinitario Dios es uno, bueno, verdadero y bello, porque él mismo es amor, y el amor supone la una, la otra, y su unidad.