No me importa si soy hermosa, no me importa lo que yo soy en el exterior. No se trata de la parte exterior.
He visto hermosas actrices consiguen escupieron o simplemente alguien que trata de obtener un aumento de ellos para que puedan obtener un extra de cientos de dólares por una foto. Es realmente difícil.
Conozco a mucha gente guapa y sus vidas son tan terrible. Se sienten tan incómodos con ellos mismos. Estar bien no se trata de cómo te ves, sino cómo te sientes.
Las palabras son hermosas pero restringido. Son muy masculino, con una estructura compacta. Pero la voz es más de la oscuridad, el lugar donde no hay nada que esperar: se trata de una parte de ti que simplemente sabe, se expresa, y lo es.
Yo estoy un poco de un fundamentalista cuando se trata de pelo de las mujeres negras. El pelo es pelo - pero también acerca de cuestiones más amplias: la autoaceptación, la inseguridad y lo que el mundo le dice que es hermosa. Para muchas mujeres negras, la idea de llevar su cabello natural es insoportable.
Si alguna vez descubre usted alguna ley, sea usted prudente y no trate de aplicarla. Ha descubierto la ley…, es bastante. Porque si esta ley es física y trata de aplicarla en una máquina, tropezará con la materia bruta; y si es una ley social, tropezará con la brutalidad de los hombres.
Si no quieres ser desgraciado trata a las catástrofes como a molestias, pero de ninguna manera a las molestias como a catástrofes.
No hay razón para buscar el sufrimiento, pero si éste llega y trata de meterse en tu vida, no temas; míralo a la cara y con la frente bien levantada.
Las circunstancias... palabras vacías de sentido con que trata el hombre de descargar en seres ideales la responsabilidad de sus desatinos.
Nuestros sentidos nos engañan o son insuficientes, cuando se trata de análisis, observación y apreciación.
Aún en tus ocupaciones habituales trata siquiera por un día de guardar el secreto de aquello que intentas y a la mañana siguiente verás con mayor claridad tus ideas.
Para el elogio corre nuestra pluma rápidamente. Cuando se trata, empero, de vituperar, sólo a fuerza de horas podemos dar concluído a la prensa el artículo más conciso.