Nada viaja a mayor velocidad que la luz con la posible excepción de las malas noticias las cuales obedecen a sus propias leyes.
El Estado, al igual que el suelo sobre el que se halla situado, no es un patrimonio. Consiste en una sociedad de hombres sobre los cuales únicamente el Estado tiene derecho a mandar y disponer. Es un tronco que tiene sus propias raíces.