Para que pueda trabarse una verdadera amistad, es preciso prescindir de la superioridad que puedan otorgar la edad, los honores, las riquezas o el poder. El único motivo que nos debe incitar a la amistad es la búsqueda de las virtudes y el mutuo perfeccionamiento.
Cuando la ley se convierte en injusta, no se aplicará, ni tan siquiera el juez tiene el derecho de imponerla, porque ante la necesidad de mantener la justicia, deben ceder todas las leyes y humanas convenciones, y es lícito apartarse de lo dispuesto, es decir, porque primero es otorgar justicia a los ciudadanos que imponerles implacablemente una ley.
Los padres suelen ser más cuidadoso al otorgar el conocimiento de sus hijos en lugar de la virtud, el arte de hablar bien en lugar de hacerlo así, pero sus modales deben ser de la mayor preocupación.
La raza de la humanidad perecería qué dejan de ayudarse mutuamente. No podemos existir sin la ayuda mutua. Todo, pues, que necesita la ayuda tienen derecho a pedir que de sus semejantes, y hay quien tiene el poder de otorgar puede negarse sin culpa.
Hay una inclinación muy notable en la naturaleza humana para otorgar a los objetos externos las mismas emociones que observa en sí mismo, y de encontrar en todas partes las ideas que están más presentes a la misma.
El presidente Ronald Reagan solía hablar de la constitución soviética, y señaló que se pretendía otorgar maravillosas derechos de todo tipo a las personas. Pero esos derechos eran promesas vacías, ya que el sistema no tenía un poder judicial independiente para defender el imperio de la ley y hacer cumplir esos derechos.
La libertad no es algo que un pueblo puede otorgar a otros como un regalo. Tu reclamar como propio y nadie puede evitar que ellos.
La adulación en el noviazgo es la mayor insolencia, pues mientras que pretende otorgar a más de lo que se merece, que está viendo la oportunidad de hacer de ti lo que realmente tiene.
Con el tiempo, estaremos en condiciones de otorgar a Sudáfrica el mayor regalo posible - un rostro más humano.
Sin amigos. Al no tener los favores de otorgar. Indigentes de la fortuna. Adicto a la exposición de la verdad y el sentido común.
La verdad no debe ser forzada, sino que simplemente debe manifestarse, como una mujer que tiene en su vida privada reflejada y fríamente decidió otorgar a sí misma a un hombre.