No camines adelante mío pues no te seguiré; no camines atrás mío pues no te guiaré, camina al lado mío y seamos amigos.
Hoy me amo como amo a mi Dios que me podría acusar de un pecado hoy? Sé que sólo peca contra Dios mío, pero quién sabe, Dios mío?
La música es lo mío. Es lo mío, es lo que me gusta. Es lo que hago. Es el fútbol para mí, es la Navidad para mí, la religión para mí, la poesía para mí.
Un amigo es un amigo, me dijo un amigo mío, que era tan amigo mío y tanta amistad la nuestra, que no supe que pensar, pero le dije muy dolido: un amigo de verdad, no lo dice y lo demuestra...
¿Por qué he de preocuparme? No es asunto mío pensar en mi. Asunto mío es pensar en Dios. Es cosa de Dios pensar en mi.
Oye, tal vez tu método de masaje no sea cómo el mío, pero tocarle los pies a su mujer, o darle lengüetazos en su sagrado agujero no es el mismo juego, ¿comprendes? No es la misma liga, ni siquiera es el mismo deporte, un masaje en los pies no significa un carajo! (Jules)
Hijo mío, la felicidad está hecha de pequeñas cosas: Un pequeño yate, una pequeña mansión, una pequeña fortuna…
Vacía tu mente, se amorfo, moldeable, como el agua. Si pones agua en una taza se convierte en la taza. Si pones agua en una botella se convierte en la botella. Si la pones en una tetera se convierte en la tetera. El agua puede fluir o puede golpear. Sé agua amigo mío.
No sé porque tengo que estudiar diez años de medicina, si yo solo quiero ser el que grita "Dios mío, ¡lo estamos perdiendo!".
-Escúchame. A veces, la posesión es un concepto abstracto. Cuando me capturaron, se llevaron mi cartera, pero el oro sigue siendo mío. (Tyrion)
-Mi superhéroe favorito es Spiderman. +El mío Batman. -Batman no tiene poderes. +Pero puede comprarse a Spiderman.
Cualquier niño de mi cole de mayor quiere ser como su padre: banquero, empresario, rico, magnate. Yo quise ser como el mío, cojo. Froilán.
Él no salió de mi vientre, pero, Dios mío, he hecho sus huesos, porque yo he asistido a todas sus comidas, y la forma en que duerme, y el hecho de que nada como un pez, porque lo llevé al mar. Estoy muy orgulloso de todas esas cosas. Pero él es mi mayor orgullo.
Nunca pienso en mí misma como un icono. Lo que está en la mente de otros no está en mi mente. Sólo hago lo mío.
Mi pensamiento es mío: por eso no puedo dejar de pensar. Yo existo porque pienso que no puedo dejar de pensar.
Lo mío es esto: si estoy lo suficientemente enfermo como para pensarlo, entonces estoy lo suficientemente enfermo como para decirlo.