Excepto el loco, todo el hombre es capaz de razón y de voluntad. Pero muchos no escuchan más que sus pasiones y no tienen más que caprichos. Entre ellos se encuentran los que tienen la pretensión de mandar.
No debe pretender un amor que en realidad no se siente, porque el amor no es el nuestro para mandar.
Fe significa intenso, por lo general seguros, creencia que no se basa en pruebas suficientes para mandar asentimiento de toda persona razonable.
Soy muy afortunado de poder mandar a mis hijos a la escuela privada, pero todo el mundo no tiene el dinero. Si usted no puede conseguir a su hijo en una buena escuela de hoy en día, sus hijos van a estar detrás de la bola ocho.
Dios no manda cosas imposibles, sino que, al mandar lo que manda, te invita a hacer lo que puedas y pedir lo que no puedas y te ayuda para que puedas.
Un soldado feliz no adquiere ningún derecho para mandar a su patria. No es el árbitro de las leyes ni del gobierno. Es defensor de su libertad.
El valor del dinero es que con él podemos mandar a cualquiera al diablo. Es el sexto sentido que te permite disfrutar de los otros cinco.
El destino, el azar, los dioses, no suelen mandar grandes emisarios en caballo blanco, ni en el correo del Zar. El destino, en todas sus versiones, utiliza siempre heraldos humildes.
Es mejor ser hombre que mujer, porque hasta el hombre más miserable tiene una mujer a la cual mandar.
El Estado, al igual que el suelo sobre el que se halla situado, no es un patrimonio. Consiste en una sociedad de hombres sobre los cuales únicamente el Estado tiene derecho a mandar y disponer. Es un tronco que tiene sus propias raíces.