Lo juzgas de forma equivocada. Verás, Dios pudo haber parado las balas, o convertido la Coca-Cola en Pepsi, o encontrado las jodidas llaves de mi coche. No puedes juzgar algo así solo por su mérito. De modo que si lo que experimentamos fue o no fue un auténtico milagro es insignificante. Pero lo que tuvo significado es que sentí la mano de Dios. Dios se metió en aquello. (Jules)
-¿Quién es? -Soy yo. -¿Qué vienes a buscar? -Mamá, abre que me he dejado las llaves. -Ya es tarde. -¡MAMÁ!
De todos los temas de este planeta, creo que mis padres se han visto duramente puesto a nombre de una menor utilidad de la mitología griega para asegurar las llaves de un cuarto ejecutivo.
En lugar de darle a un político las llaves de la ciudad, tal vez sería mejor cambiar las cerraduras.
Al entrar en sociedad deben cogerse las llaves del corazón y meterlas en el bolsillo; los que las dejan en su sitio son estúpidos.