El propósito fundamental de una novela como el Conde Julián es lograr la unidad del objeto y los medios de representación, la fusión de la traición y la traición, un régimen como el lenguaje.
La palabra majestad ahora se cayó, pero, con el más profundo respeto y humildad, que se había tratado en la cuenta. ¿Qué podía hacer? Acepté el título, y desde ese momento yo era conocido como el Conde Pedro.
La actual dirección del partido laborista reacciona a la idea de que los estudiantes de la clase trabajadora pueden estudiar las materias que estudian con el mismo horror que el conde de Grantham mostró cuando un chofer quería casarse con su hija.