Frases de Sófocles

Es terrible hablar bien cuando se está errado.

Acostada en medio de la desdicha, el alma ve mucho.

No se puede juzgar la vida de un hombre hasta que la muerte le ha puesto término.

Los cielos nunca ayudan al hombre que no quiere actuar.

Quien no haya sufrido lo que yo, que no me de consejos

El que sabe corresponder a un favor recibido es un amigo que no tiene precio.

Los que en realidad aman la vida son aquellos que están envejeciendo.

Al hombre perverso se le conoce en un sólo día; para conocer al hombre justo hace falta más tiempo.

Siempre se repite la misma historia: cada individuo no piensa más que en sí mismo.

Para quien tiene miedo, todo son ruidos.

La alegría más grande es la inesperada.

El saber es la parte más considerable de la felicidad.

La más dulce vida consiste en no saber nada.

Constante y perpetua riqueza es la virtud.

El que es bueno en la familia es también un buen ciudadano.

La obra humana más bella es la de ser útil al prójimo.

Muchas cosas hay portentosas, pero ninguna como el hombre. Tiene recursos para todo; sólo la muerte no ha conseguido evitar.

Me preguntas si debes o no casarte; pues, de cualquier cosa que hagas te arrepentirás.

Cásate; si por casualidad das con una buena mujer, serás feliz; si no, te volverás filósofo, lo que siempre es útil para un hombre

El que prescinde de un amigo es como el que prescinde de su vida.

Los hijos son las anclas que atan a la vida a las madres.

Una palabra nos libra de todo el peso y el dolor de la vida. Esa palabra es: amor.

El amor pasa la noche sobre las mejillas delicadas de las jóvenes.