Frases de Benjamin Franklin

Un hoy vale por dos mañanas.

La necesidad nunca hizo buenos negocios.

Bastante, significa un poco más de lo que cada uno posee.

El hambre espía en la casa de los pobres, pero si la habitan personas trabajadoras, no se atreve a entrar.

El hombre descontento no encuentra silla cómoda.

¡Arriba, haragán! ¡No desperdicies la vida! Ya dormirás bastante en la sepultura.

Invertir en conocimientos produce siempre los mejores beneficios.

Toma consejo en el vino, pero decide después con agua.

Si haces lo que no debes, deberás sufrir lo que no mereces.

Por un clavo se perdió una herradura, por ésta un caballo, y por éste el jinete, que fue capturado y muerto por el enemigo.

Siempre tendremos razones para estar enfadados, pero esas razones, rara vez serán buenas.

Vacía tu bolsillo en tu mente, y tu mente llenará tu bolsillo.

Las tres cosas más difíciles de esta vida son: guardar un secreto, perdonar un agravio y aprovechar el tiempo.

Más de un hombre hubiera sido peor si su fortuna hubiese sido mejor.

No cambies la salud por la riqueza, ni la libertad por el poder.

El que quiera prosperar en sus negocios hágalos por sí mismo, y si quiere que todo le salga mal, no tiene más que confiarlos a manos ajenas.

Es mejor acostarse sin cenar que levantarse con deudas.

Un camino de mil millas comienza con un paso.

Tres podrían guardar un secreto si dos de ellos hubieran muerto.

Si no quieres perderte en el olvido tan pronto como estés muerto y corrompido, escribe cosas dignas de leerse, o haz cosas dignas de escribirse.

Si el tiempo es lo más caro, la pérdida de tiempo es el mayor de los derroches.

No malgastes tu tiempo, pues de esa materia está formada la vida.

No perdáis una hora, porque no estáis seguros de un minuto.

Presta dinero a tu enemigo y lo ganarás a él; préstalo a tu amigo y lo perderás.

Si quieres conocer el valor del dinero, trata de pedirlo prestado.