Decimos que queremos crear belleza, la identidad, la calidad, la singularidad. Y, sin embargo, puede que en verdad se desean estas ciudades que tenemos. Tal vez su propia carencia de carácter ofrece el mejor contexto para la vida.
Cómo la necesito. Dios había sido mi más importante carencia. Pero a ella la necesito más que a Dios.