Desde que en una velada literaria aseguré que la metáfora es un caballo, no soy muy bien recibido por los intelectuales.
Siempre quise ser escritor, y yo quería ser novelista. En la universidad hice un par de clases que me enseñaron que nunca sería un novelista. Descubrí que no tenía imaginación. Mis cuentos siempre eran memorias velada.
Encontré este a lo largo de los años, que el racismo es un disfraz velada sobre la economía y el dinero. Realmente lo es.