Los toros no pueden hacer nada para exigir justicia. Sólo pueden defenderse lo mejor que pueden en una pelea con un final predeterminado y mueren sin saber por qué estaban obligados a soportar una muerte tan dolorosa y prolongada. Depende de nosotros, como sociedad civilizada, para pedir el fin de la corrida de los toros y corridas de toros.
El núcleo de mi trabajo está dedicado a no complacer a las mujeres, sino para agradar a los hombres. Los hombres son como los toros. No pueden resistir la suela roja.
Jesucristo... vino al mundo para reivindicar el valor infinito de la santidad de Dios que había sido profanado por el pecado y que parecía... para tomar a la ligera, ya que estaba siendo tenida en cuenta para nada más que la sangre de los toros.
Mis sentimientos son los de un escolar llegar a la vista de las fiestas. O, más en serio, mis sentimientos son quizás los de un torero que ha decidido no entrar en la plaza de toros.