Las personas más bellas que hemos conocido son aquellos que han conocido la derrota, el sufrimiento conocido, lucha conocida, pérdida conocida, y han encontrado su manera de salir de las profundidades.
El orgullo engendra al tirano. El orgullo, cuando inútilmente ha llegado a acumular imprudencias y excesos, remontándose sobre el más alto pináculo, se precipita en un abismo de males, del que no hay posibilidad de salir.
La política es un acto de equilibrio entre la gente que quiere entrar y aquellos que no quieren salir.
Una revolución no es digna de llamarse tal si con todo el poder y todos los medios de que dispone no es capaz de ayudar a la mujer —doble o triplemente esclavizada, como lo fue en el pasado— a salir a flote y avanzar por el camino del progreso social e individual.
Alguien puede salir de la masa, pero esto no cambia nada; así que eso debemos tener en cuenta socialmente: las masas serán siempre las masas.
Toda historia no es otra cosa que una infinita catástrofe de la cual intentamos salir lo mejor posible.
Las deudas son como cualquier otra trampa en la que se es muy fácil caer, pero de la que es dificilísimo salir.
Mi silencio les estorba. Yo era como botella al revés cuya agua no puede salir porque la botella está demasiado llena.