Nacemos en un momento dado, en un determinado lugar y, al igual que añadas de vino, tenemos las cualidades del año y de la temporada de la que nacemos. La astrología no reclaman nada más.
Cada vez que estoy en Canadá me siento más sueco, y cada vez que estoy en Suecia me siento más canadiense. Yo pertenezco a ambos lugares y los amo a ambos por igual. Es curioso, porque los suecos me reclaman como su orgullo sueco y los canadienses me llaman la niña canadiense. Me lo llevo todo.
Ahora que estamos en el medio de no sólo promueve el cambio, no sólo reclaman un cambio - que estamos haciendo la molienda, el trabajo a veces frustrante de entregar el cambio - palmo a palmo, día a día.