Ya sabes, los ciudadanos estadounidenses, no creo, nunca pensé que el derecho a la búsqueda de la felicidad no incluía el derecho de casarse con la persona que amas. Pero para toda una serie de los estadounidenses, los estadounidenses gay, que pasa a ser verdad.
Antes, por cinco marcos, el mismo Freud te trataba. Por diez, te trataba y te planchaba los pantalones. Por quince marcos, Freud permitía que tú le tratarás a él y eso incluía una invitación a comer.