Todavía no siento que sé Hitchcock en absoluto. Me parece que cuanto más se mira, más difícil se vuelve. Pero mi admiración por Hitchcock el cineasta no ha disminuido. Él es un gigante del cine y la oscuridad en él informa a su lenguaje cinematográfico. No se puede separar una de la otra.
Creo que la violencia en un contexto cinematográfico puede ser, si se maneja de una manera determinada, muy seductora.