Frases de Pedro Calderón de la Barca

¿Qué importa errar lo menos quien ha acertado lo más?

Dichas que se pierden son desdichas más grandes.

La intención hace el agravio.

El caer no ha de quitar la gloria del haber subido.

De males a bienes dicen que se pasa fácilmente; pero de males a males, digo yo que es más frecuente.

Siempre el traidor es el vencido y el leal es el que vence.

Fingimos lo que somos; seamos lo que fingimos.

No le des nunca consejos al que te pida dinero.

Afortunado es el hombre que tiene tiempo para esperar.

Tanto miedo tengo, que aun para huir valor no tengo.

El valor es hijo de la prudencia, no de la temeridad.

Quien daña el saber, homicida es de sí mismo.

La muerte siempre es temprana y no perdona a ninguno.

Vive de manera que puedas mirar fijamente a los ojos de cualquiera y mandarlo al diablo.

Siempre que odio y amor compiten, es el amor el que vence.

Es parentesco sin sangre una amistad verdadera.

Pero ya sea sueño o la verdad, a hacer el bien es lo que importa. Si es verdad, por el amor de la verdad. Si no es así, para ganar amigos para el momento en que nos despertamos.

Porque incluso en sueños una buena acción no se pierda.

Para toda la vida es sueño, y los sueños en sí son sólo sueños.

¿Qué ley, ¿qué razón puede negar ese regalo tan dulce, tan natural que Dios le ha dado un arroyo, un pez, un animal, un pájaro?

Uno puede saber cómo ganar una victoria, y no sé cómo usarlo.

'Tis no en los que mienten, pero de donde caímos, la pérdida de los cielos es el mayor dolor en el infierno.

Estas flores, que eran espléndidas y vivaces, despiertan en la madrugada de la mañana, por la tarde serán una frivolidad lamentable, durmiendo en los brazos de la noche fría.

¿Qué ley, qué razón puede negar ese regalo tan dulce, tan natural, que Dios ha dado a una corriente, un pez, un animal, un pájaro?

¿Qué es la vida? Una locura. ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una historia. Y el mayor bien es bastante poco; porque toda la vida es sueño y los sueños, sueños son.