Frases de José Saramago

He aprendido a no intentar convencer a nadie. El trabajo de convencer es una falta de respeto, es un intento de colonización del otro.

Dentro de nosotros existe algo que no tiene nombre y eso es lo que realmente somos.

Tener no es poseer. Puede tenerse aquello que no se desea. Posesión es tener y disfrutar lo que se tiene.

Somos la memoria que tenemos y la responsabilidad que asumimos. Sin memoria no existimos y sin responsabilidad quizá no merezcamos existir.

La derrota tiene algo positivo: nunca es definitiva. En cambio, la victoria tiene algo negativo: jamás es definitiva.

El tiempo es un maestro de ceremonias que siempre acaba poniéndonos en el lugar que nos compete. Vamos avanzando, parando y retrocediendo según sus órdenes. Nuestro error es imaginar que podemos buscarle las vueltas.

Para qué sirve el arrepentimiento, si eso no borra nada de lo que ha pasado. El arrepentimiento mejor, es sencillamente cambiar.

Los únicos interesados en cambiar el mundo son los pesimistas, porque los optimistas están encantados con lo que hay.

No me preocupa la muerte,,me disolveré en la nada.

Las palabras no fueron dados al hombre para ocultar sus pensamientos.

Nuestra única defensa contra la muerte es el amor.

Sinceramente, creo que la muerte es la inventora de Dios. Si fuéramos inmortales no tendríamos ningún motivo para inventar un Dios. Para qué. Nunca lo conoceríamos.

El despido fue la mejor suerte de mi vida. Se me hizo parar y reflexionar. Fue el nacimiento de mi vida como escritor.

La sociedad tiene que cambiar, pero los poderes políticos que tenemos en este momento no son suficientes para llevar a cabo este cambio. El sistema democrático entero tendría que ser repensado.

El período que podría considerar el más importante de mi trabajo literario se produjo con el comienzo de la Revolución, y en cierto modo, se desarrolló como consecuencia de la Revolución. Pero también fue consecuencia del golpe de Estado contrarrevolucionario de noviembre de 1975.

A partir de la adolescencia, mi formación política se orientó en la dirección ideológica del marxismo. Era natural, siendo que mi pensamiento fue influenciado por un clima de resistencia activa y crítica. Esa era la forma en que fue durante toda la dictadura y hasta la Revolución de 1974.

Es el poder económico que determina el poder político, y los gobiernos se convierten en los funcionarios políticos del poder económico.

Yo siempre hacer dos preguntas: ¿Cuántos países tienen bases militares en los Estados Unidos? Y en cuántos países tiene los Estados Unidos no tienen bases militares?

Supongo que nadie va a negar los aspectos positivos del mundo de la cultura norteamericana. Estos son bien conocidos por todos. Sin embargo, estos aspectos no hacen que uno olvide los efectos desastrosos de los procesos industriales y comerciales de la 'estratificación cultural' que los EE.UU. está perpetrando en el planeta.

Los estadounidenses han descubierto el miedo.

Sin la más mínima posibilidad de encontrar un trabajo, decidí dedicarme a la literatura: ya era hora de averiguar lo que yo valía como escritor.

Nunca me gustó 'héroes positivos' de la literatura. Casi siempre son clichés, copias de copias, hasta el agotamiento del modelo. Yo prefiero la perplejidad, la duda, la incertidumbre, no sólo porque proporciona una materia prima más 'productivo' literaria, sino porque esa es la forma en que los seres humanos son en realidad.

Yo no tenía libros en casa. Empecé a frecuentar una biblioteca pública en Lisboa. Fue allí, sin ayuda, excepto la curiosidad y la voluntad de aprender, que mi gusto por la lectura desarrollada y se perfeccionó.

Mira lo que pasó con la ley de empleo en Francia, la ley fue retirada porque las personas se manifestaron en las calles. Creo que lo que necesitamos es un movimiento de protesta global de personas que no quieren renunciar.

El problema es que la derecha no necesita ideas para gobernar, pero la izquierda no puede gobernar sin ideas.