No se nace mujer: llega una a serlo. Ningún destino biológico, físico o económico define la figura que reviste en el seno de la sociedad la hembra humana; la civilización es quien elabora ese producto intermedio entre el macho y el castrado al que se califica como femenino.
-Han encontrado a tu mujer y a tu hijo en el estanque. Están los dos muertos. +¡¿ESTÁN QUÉ?! -Sí hombre. El sitio ese donde viven los patos.
Sólo un salvaje o un altruista alegaría que apreciar las virtudes de otra persona es un acto de generosidad, y que en lo que concierne a su propio interés y placer egoístas, no hay ninguna diferencia si uno trata con un genio o con un estúpido, si se encuentra con un héroe o con un bandido, si se casa con la mujer ideal o con una prostituta.
Debemos respetar la religión del otro compañero, pero sólo en el sentido y la medida en que respetamos su teoría de que su mujer es hermosa e inteligente a sus hijos.
La gran pregunta que nunca ha sido contestada, y que aún no he podido responder, a pesar de mis treinta años de investigación del alma femenina, es "¿Qué quiere una mujer?"
Besar una mujer en la frente es cariño, en el cachete es respeto, en los labios es amor, enfrente de su novio son huevos.
Lo primero en lo que me fijo en una mujer es en los ojos. Cuantas más dioptrías más posibilidades tengo.
La belleza de una mujer no está en la ropa que usa, la figura que lleva, o la forma en que peina su cabello.
La belleza de una mujer debe verse en sus ojos, porque esa es la puerta de su corazón, el lugar donde reside el amor.
-No les gusta la idea de una mujer liderando un Khalasar. (Jorah Mormont) -Les gustará mucho menos cuando termine con ellos. (Daenerys)
Y en las noches de luna imaginaria sueña con la mujer imaginaria que le brindó su amor imaginario, vuelve a sentir ese mismo dolor, ese mismo placer imaginario y vuelve a palpitar el corazón del hombre imaginario.
Un diplomático es un hombre que siempre recuerda el cumpleaños de una mujer pero nunca recuerda su edad.
Una madre tarda veinte años en hacer de su niño un hombre, y otra mujer lo hace tonto en veinte minutos.
En sí misma, la homosexualidad es tan limitante como la heterosexualidad: lo ideal debería ser poder ser capaz de amar a una mujer o un hombre; es decir, un ser humano, sin miedo, sin moderación ni obligación alguna.
El placer sexual en la mujer es una especie de conjuro mágico; exige un completo abandono; si las palabras o los movimientos se oponen a la magia de las caricias, el hechizo se rompe.
Una mujer nunca debe ser vista mientras come o bebe, a menos que sea ensalada de langosta y champán, las únicas viandas verdaderamente femeninas.
Los domingos por la mañana me encanta pasarlos viendo la F1. Mi mujer dice que parezco imbécil sentado durante horas mirando el teclado.
Veamos ahora el establecimiento de una de las verdades fundamentales sobre el matrimonio: la mujer está al cargo.
Me gusta tener a una mujer. Me gusta tener a alguien para venir a casa, para hacer todo el trabajo duro que merezca la pena. Necesito a alguien conmigo. Y quiero a alguien.
No se puede planear escribir una gran canción. Simplemente sucede. Cae en tu regazo. Es lo mismo con una mujer.
Ser la mujer más sexy definitivamente no basta para abrirme todas las puertas, como yo pensaba que sería. Yo pensé, 'Esto va a ser muy importante para mí!'. Y realmente no lo fue en absoluto.
No soy el tipo de persona que disfruta del sexo de una sola noche. Me deja muy vacío y cínico. Ni siquiera es divertido sexualmente. Necesito sentir algo por la mujer y entretener la vana esperanza de que pueda dar lugar a una relación.
Tengo un hombre y una mujer en el mismo cuerpo; tengo los valores masculinos y femeninos en el mismo cuerpo.
Soy un buen hijo, un buen padre, un buen marido -he estado casado con la misma mujer desde hace 30 años. Soy un buen amigo. Terminé la universidad, tengo una educación, dono dinero anónimamente. Así que cuando la gente critica el tipo de personajes que interpreto en la pantalla, vaya, "Sabes, eso es parte de la historia".
Meg Ryan es una mujer hermosa y valiente. Lloro la pérdida de su compañía pero no he perdido la amistad. Hablamos todo el rato y de eso trataba nuestra relación. Ella tiene una mente maravillosa y nos gusta charlar.
Muchos matrimonios estarían mejor si el marido y la mujer claramente entendieran que están en el mismo lado.
Soy una mujer en proceso. Sólo estoy luchando como todos los demás. Trato de tomar cada conflicto, cada experiencia y aprender de ellos. La vida nunca es aburrida.
El matrimonio es una alianza celebrada por un hombre que no puede dormir con la ventana cerrada, y una mujer que no puede dormir con la ventana abierta.