La cosa tiene gracia porque se supone que la diversidad es lo más moderno que hay pero, si uno toma una muestra de ciudadanos, nunca lo diría.
El que quiere todo lo que sucede, consigue que suceda cuanto quiere. ¡Omnipotencia humana por resignación!. A esta resignación sólo por la gracia se llega.
Cuesta más responder con gracia y mansedumbre, que callar con desprecio. El silencio es a veces una mala respuesta, una respuesta amarguísima.