La ciencia genuina, hasta donde alcanza su verdadera doctrina, carece de profundidad. La profundidad es cosa de la sabiduría.
La cosa tiene gracia porque se supone que la diversidad es lo más moderno que hay pero, si uno toma una muestra de ciudadanos, nunca lo diría.
Excelente cosa es tener la fuerza de un gigante, pero usar de ella como un gigante es propio de un tirano.
Que dos y dos sean necesariamente cuatro, es una opinión que muchos compartimos. Pero si alguien sinceramente piensa otra cosa, que lo diga. Aquí no nos asombramos de nada.
No digas de ningún sentimiento que es pequeño o indigno. No vivimos de otra cosa que de nuestros pobres, hermosos y magníficos sentimientos, y cada uno de ellos contra el que cometemos una injusticia es una estrella que apagamos.
He sospechado alguna vez que la única cosa sin misterio es la felicidad, porque se justifica por sí sola.
Si nos bastase ser felices, la cosa sería facilísima; pero nosotros queremos ser más felices que los demás, y esto es casi siempre imposible, porque creemos que los demás son bastante más felices de lo que son en realidad.
¡Qué cosa tan extraña es la felicidad! Nadie sabe por dónde ni cómo ni cuándo llega, y llega por caminos invisibles, a veces cuando ya no se le aguarda.
El odio del contrario es el amor del semejante: el amor de esto es el odio de aquello. Así, pues, en sustancia, es una cosa misma odio y amor.
Es muy difícil hacer bella la felicidad. Una felicidad que sólo es ausencia de desdicha es cosa fea.
La ira: un ácido que puede hacer más daño al recipiente en la que se almacena que en cualquier cosa sobre la que se vierte.
Odioso para mí, como las puertas del Hades, es el hombre que oculta una cosa en su seno y dice otra.
El mal está sólo en tu mente y no en lo externo. La mente pura siempre ve solamente lo bueno en cada cosa, pero la mala se encarga de inventar el mal.
Un hombre libre es aquel que, teniendo fuerza y talento para hacer una cosa, no encuentra trabas a su voluntad.
Nadie puede darte tu libertad. Nadie puede darte tu igualdad o justicia o cualquier otra cosa. Si tú eres hombre, cógelas.
Pueden forzarte a decir cualquier cosa, pero no hay manera de que te lo hagan creer. Dentro de ti no pueden entrar nunca.
La libertad no es otra cosa que aquello que la sociedad tiene el derecho de hacer y el estado no tiene el derecho de impedir.
El que niega el progreso es un impío; el que niega el progreso niega la providencia, pues providencia y progreso son la misma cosa, y el progreso no es más que uno de los nombres humanos del Dios Eterno.
De aquel que opina que el dinero puede hacerlo todo, cabe sospechar con fundamento que será capaz de hacer cualquier cosa por dinero.
La guerra es de por vida en los hombres, porque es guerra la vida, y vivir y militar es una misma cosa.
Las ciudades, como los sueños, están construidas de deseos y de miedos, aunque el hilo de su discurso sea secreto, sus reglas absurdas, sus perspectivas engañosas, y toda cosa esconda otra.
Toda historia no es otra cosa que una infinita catástrofe de la cual intentamos salir lo mejor posible.