Frases de Sir Francis Bacon

Los viajes son en la juventud una parte de educación y, en la vejez, una parte de experiencia.

Es un extraño propósito perseguir el poder y perder la libertad.

El egoísta sería capaz de pegar fuego a la casa del vecino para hacer freir un huevo.

Lo malo cuando se finge bueno, es pésimo.

La felicidad de los grandes consiste no en sentirse felices, sino en comprender cuan felices piensan otros que han de ser ellos.

Vengándose, uno se iguala a su enemigo; perdonándolo, se muestra superior a él.

Una persona que quiere venganza guarda sus heridas abiertas.

La envidia es el gusano roedor del mérito y de la gloria.

La belleza es como la fruta estival: fácil de corromper y de corta duración.

Los cocodrilos vierten lágrimas cuando devoran a sus víctimas. He ahí su sabiduría.

El hombre que se muestre solícito y cortés con un extranjero demuestra que es ciudadano del mundo.

No hay cosa que haga más daño a una nación como el que la gente astuta pase por inteligente.

Nada se sabe bien sino por medio de la experiencia.

Mientras admiramos y exaltamos las facultades de la inteligencia humana, nos olvidamos de buscar sus verdaderos colaboradores.

Un hombre no es más que lo que sabe.

La discreción es una virtud, sin la cual dejan las otras de serlo.

Poca ciencia aleja muchas veces de Dios, y mucha ciencia conduce siempre a él.

He preferido estudiar los libros que a los hombres.

En lo que acción se refiere, el hombre no puede hacer otra cosa que aproximar o separar los cuerpos naturales; lo demás lo realiza la naturaleza.

Sólo obedeciéndola se doblega a la naturaleza.

La muerte es el menor de todos los males.

Sin la amistad, el mundo es un desierto.