En España se vive muy bien, salvo que seas autónomo, obrero, parado, gay, estudiante, enfermo, clase media, pensionista, ateo o educado.
Sin precie, y autónomo ciudadanos libres, no puede haber naciones libres e independientes. Sin paz interior, es decir, la paz entre los ciudadanos y entre los ciudadanos y el Estado, no puede haber ninguna garantía de la paz externa.
En el lenguaje poético, en el que el signo como tal adquiere un valor autónomo, este simbolismo sonido se vuelve un factor real y crea una especie de acompañamiento al significado.