No te deseo ningún mal, pero ojalá tu vecina de arriba se ponga tacones y se le caiga una bolsa de canicas en el suelo y tenga que apartar los muebles para recogerlas todas.
Cuando una vecina llama a tu puerta te ves en la obligación de ponerte corriendo algo decente para abrir y parecer que eres así de casual.
Deje que el presidente para invadir una nación vecina, siempre que se considere necesario para repeler una invasión, y permitir que lo haga cada vez que se puede optar por decir que él lo considere necesario para tal fin - y le permiten hacer la guerra a placer.
Una salud demasiado espléndida es inquietante, pues su vecina, la enfermedad, está presta siempre a abatirla.