Opino con los romanos de antaño que el general de hoy debe ser manaña, si es necesario, soldado raso.
Un soldado feliz no adquiere ningún derecho para mandar a su patria. No es el árbitro de las leyes ni del gobierno. Es defensor de su libertad.
Perón es el único soldado que ha quemado su bandera y el único católico que ha quemado sus iglesias.