La moda no es interesante cuando se trata de un lugar de inspiración. Es como el vudú, no queremos que las cosas que se remojan en la sangre, sudor y lágrimas. Adoro la vida, y estoy muy tranquilo - y se nota en mi trabajo.
Todo el mundo tiene muchas personas dentro de ellos, creo que tenemos la tendencia a presentar la que nos sentimos es más adecuado al principio, con el fin de lograr la aceptación o lograr lo que queremos. Se pone realmente interesante cuando falla esta técnica, y otros niveles se revelan.
Así que Europa tiene que ser competitivos y también tenemos que ser competitivos si queremos seguir siendo un socio económico interesante para los Estados Unidos. Esto tiene que ser hecho sobre la base de la fuerza, de la competitividad.
Lo que no me gusta es cuando veo cosas que sé que ha tenido un montón de improvisación hecho o está jugando donde no hay fin a la escena que acaba de ser gracioso. Lo que no queremos es escena divertida, divertida escena, escena divertida, y ahora aquí está la escena de epifanía y la película ha terminado.
Es curioso, porque creo que mucho de eso es simplemente... Nunca hemos considerado nosotros satíricos, sino porque estamos en Comedy Central y porque somos South Park en Comedy Central, podemos hacer cualquier tema que queremos.
Es verdad que hemos ganado todas nuestras guerras, pero hemos pagado por ellos. No queremos victorias más.
Momento en el que debemos dejar ir y hacer lo que queremos hacer, y cuando debemos someternos a las reglas? Ponerse de acuerdo con nuestra verdadera naturaleza y lo que realmente somos siempre ha sido una fascinación para los seres humanos. Sé que me fascina.
Los pensamientos negativos se adhieren alrededor porque creemos que ellos, no porque queremos que ellos o elegirlos.
Todos los días, constantemente, elegimos por nuestros deseos, nuestros pensamientos y nuestras acciones si queremos ser bendecidos o malditos, feliz o desgraciado.
La capacidad de un hombre para regatear nunca es una excitante. La única cosa menos romántica que la cantidad que pagó es lo mucho que ha guardado. Lo último que queremos saber es cómo habló el joyero sobre nuestras nuevas pendientes.
Hay dos clases de economistas; los que quieren hacer más ricos a los ricos y los que queremos hacer menos pobres a los pobres.
Si nos bastase ser felices, la cosa sería facilísima; pero nosotros queremos ser más felices que los demás, y esto es casi siempre imposible, porque creemos que los demás son bastante más felices de lo que son en realidad.
Queremos ser más felices que los demás, y eso es dificilísimo, porque siempre les imaginamos mucho más felices de lo que son en realidad.
Si queremos un mundo de paz y de justicia hay que poner decididamente la inteligencia al servicio del amor.
Si queremos gozar la paz, debemos velar bien las armas; si deponemos las armas no tendremos jamás paz.
La ley del mundo es aprovecharse de los otros, si no queremos que los otros se aprovechen de nosotros.