Incluso en la literatura y el arte, ningún hombre que se preocupe de la originalidad nunca será original: mientras que si usted simplemente trata de decir la verdad (sin importarle un comino con qué frecuencia se ha dicho antes) usted, nueve de cada diez veces, se convierte en original, sin nunca haberlo notado.
Todo gobierno es, en su esencia, una conspiración contra el hombre superior: su único objetivo permanente es oprimirlo y malograrlo. Si es aristocrático en organización, entonces busca proteger al hombre que es superior ante la ley contra el hombre que es superior ante los hechos; si es democrático, entonces busca proteger al hombre que es inferior en todo contra ambos. Una de sus funciones primarias es regir a los hombres por la fuerza, para hacerlos tan iguales como sea posible y tan dependientes uno del otro como sea posible, para buscar y combatir la originalidad entre ellos. Todo lo que puede ver en una idea original es un cambio potencial, y por tanto una invasión a sus prerrogativas. El hombre más peligroso para cualquier gobierno es el hombre que tiene la habilidad de pensar las cosas por si mismo, sin que le importen las supersticiones o tabúes. Casi inevitablemente llega a la conclusión de que el gobierno bajo el cual vive es deshonesto, loco e intolerable, y así, si es un romántico, trata de cambiarlo. E incluso si no lo es, si es muy apto para extender el descontento entre quienes lo son.
Quienes nos visitan son jubilatas del imserso británico, turistas de alpargata sudada y gamberros del Liverpool, por así decir. Estrabón, Hemingway, Orson Welles y Ava Gardner ya no vienen. Venían cuando en España había pueblo, carácter, originalidad, personalidad, vida y filosofía propias. Ahora sólo hay borregos numerados: plebe. Soy duro, lo sé, pero también sincero. Y mi sinceridad me obliga a decir que España, en contra de lo que el triunfalismo de muchos espñaoles cree, es uno de los peores lugares de la Tierra para vivir. Se vive bien donde las cosas funcionan, donde el pícaro no es un modelo a imitar y donde la gente está bien educada. Todo lo demás lo pone uno.
Me gustan mucho las comedias románticas. Me gusta verme en ellas y me gusta actuar en ellas. Es algo que cada vez es más difícil de encontrar esa chispa de originalidad que hace si es diferente a los que vienen antes.
Lo bueno es que a través de la decepción que usted puede ganar claridad, y con la claridad viene convicción y verdadera originalidad.
Cine refleja la cultura y no hay daño en la adaptación de la tecnología, pero no a costa de perder su originalidad.
Acerca de los más originalidad que cualquier escritor puede esperar alcanzar honestamente es robar con buen juicio.
Hice comedia stand-up durante 18 años. Diez de esos años los pasó aprendizaje, cuatro años los pasó refinación, y cuatro años los pasó en gran éxito. Yo estaba buscando originalidad comic, y la fama cayó sobre mí como un subproducto. El curso fue más laboriosa de lo heroico.
La mayor intelecto que uno tiene, más originalidad se encuentra en los hombres. Personas ordinarias no encuentran ninguna diferencia entre los hombres.
Millones de hombres han vivido para luchar, construir palacios y las fronteras, forma destinos y sociedades, pero la fuerza convincente de todos los tiempos ha sido la fuerza de la originalidad y de la creación que afecta profundamente las raíces del espíritu humano.
Tome un lugar común, limpiarlo y pulirlo, encenderlo para que produzca el mismo efecto de la juventud y la frescura y la originalidad y la espontaneidad como lo hizo originalmente, y que ha hecho el trabajo de un poeta. El resto es literatura.
I se reunieron todos los jóvenes a mi alrededor, toda la gente que le gustaba Compa, pero sentía como si estuviera muriendo, va a desaparecer, siendo sustituidos por Zouk. Por lo tanto, se convirtió en un movimiento. Así, a través de los años, he jugado mi música con dedicación, disciplina y originalidad, y la controversia también.
Un hombre de gran sentido común y buen gusto - es decir, lo que un hombre sin originalidad o de valor moral.
Es un hombre de gran sentido común y buen gusto - es decir, lo que un hombre sin originalidad o el valor moral.
La originalidad es la esencia de la verdadera erudición. La creatividad es el alma del verdadero erudito.
La originalidad consiste en volver al origen; así pues, original es aquello que vuelve a la simplicidad de las primeras soluciones.