Un libro se lee mejor que la nuestra, y ha sido siempre conocido por nosotros, que sabemos que la topografía de sus manchas, y los oídos de los perros, y se puede rastrear la suciedad en ella para tener leerlo en té con panecillos con mantequilla.
Una persona nace con los deseos de los ojos y los oídos, y un gusto por hermosas vistas y sonidos. Si se da paso a ellos, se lo lleva a la inmoralidad y la falta de restricción y cualquier principio ritual y el decoro serán abandonados.
Los medios de comunicación han acostumbrado a ciertos sectores sociales a escuchar lo que «halaga los oídos».
Así como los ojos están formados para la astronomía, los oídos lo están para percibir los movimientos de la armonía.