Estoy en el presente. No puedo saber lo que el mañana traerá. Puedo sólo sé cuál es la verdad para mí hoy. Eso es lo que estoy llamado a servir, y servir en toda lucidez.
Un instante de lucidez, sólo uno; y las redes de lo real vulgar se habrán roto para que podamos ver lo que somos: ilusiones de nuestro propio pensamiento.