Un abogado sin literatura o historia es un mecánico, un mero trabajo de albañil, si posee algún conocimiento de ellos, puede aventurarse a llamarse a sí mismo un arquitecto.
Un país verdaderamente puede llamarse deportivos cuando la mayoría de las personas sienten la necesidad de personal para el deporte.
Muchas mujeres hoy en día, muchas mujeres jóvenes no quieren llamarse feministas. Usted tiene tan barato, horrible 'girl power' especie de moda, que creo que es bastante benigno, en el mejor, pero en el peor, creo que es una manera de llevar a cabo la política del feminismo y lo que es una especie de moda.
Donde parece que hay una diferencia entre los chicos que son frutos secos y las mujeres son los frutos secos es que los chicos son mucho más abiertos en llamarse unos a otros en la materia, con un montón de insultos y nombres sucios. Mientras que las mujeres hablen con franqueza y honestidad, pero también parece ser más agresividad pasiva.
Cuando la ley primitiva una vez que se ha plasmado en un código, no hay fin a lo que puede llamarse su desarrollo espontáneo.
Nunca abandoné alguna de las formas o de la libertad. Me imagino que la mayoría de lo que podría llamarse el verso libre está en mi primer libro. Llegué a través de ese bastante temprano.
Nadie puede llamarse a sí mismo liberal o radical, o incluso un abogado conservador del juego limpio, si su trabajo depende de ninguna manera en el trabajo no remunerado o mal remunerado de la mujer en el hogar o en la oficina.
Siempre he pensado que la poesía es el veredicto de que otros dan a un cierto tipo de escritura. Así que para llamarse a sí mismo un poeta es una especie de descripción peligroso. Es para los demás, es para que otros utilicen.
Más allá de la política, el Occidente está sufriendo de lo que puede llamarse una crisis de quebrantamiento - instituciones rotas, familias rotas y almas rotas.
Una revolución no es digna de llamarse tal si con todo el poder y todos los medios de que dispone no es capaz de ayudar a la mujer —doble o triplemente esclavizada, como lo fue en el pasado— a salir a flote y avanzar por el camino del progreso social e individual.
La educación de la mujer no puede llamarse tal educación, sino doma, pues se propone por fin la obediencia, la pasividad y la sumisión.