Parece sensato para mí que deberíamos mirar a la profesión médica, que a lo largo de los siglos nos ha ayudado a vivir vidas más largas y saludables, que nos ayude a morir en paz entre nuestros seres amados en nuestra propia casa sin una larga estancia en la sala de espera de Dios.
Yo me crié en la ciudad de Nueva York y se crió en el New York City mundo teatral. Mi padre era un director de teatro y profesor de actuación, y no era raro para mí tener largas discusiones sobre el método y lo que los diversos procesos diferentes fueron a la búsqueda de un personaje y explorar el carácter y la realización de ese personaje.
A veces tengo largas conversaciones con Dios. A veces hago preguntas. Tengo que reconocer que también hay momentos en que me solté mis frustraciones, temores y ansiedades en menos de manera honorable. No importa lo que yo pido o sobre cómo oro de ello, el resultado siempre me dan es la comodidad.
El tipo americano real nunca puede ser una bailarina de ballet. Las piernas son demasiado largas, el cuerpo muy flexible y el espíritu demasiado libre para esta escuela de la gracia afectada y caminar de puntillas.
En las largas noches de invierno que habló con Ma sobre el país occidental. En Occidente, la tierra era el nivel, y no había árboles. La hierba crecía espesa y alta.
Si usted mira alrededor de Hollywood no hay fin de las sonrisas blancas y seis paquetes. Largas filas de gente hermosa cola para ser increíble en la película.
No voy a dejar de hablarle sólo porque no me esté escuchando. Me gusta escucharme a mí mismo. Es uno de mis mayores placeres. A menudo mantengo largas conversaciones conmigo mismo, y soy tan inteligente que a veces no entiendo ni una palabra de lo que digo.