La excelencia moral es resultado del hábito. Nos volvemos justos realizando actos de justicia; templados, realizando actos de templanza; valientes, realizando actos de valentía.
Si tenéis el hábito de tomar las cosas con alegría, rara vez os encontraréis en circunstancias difíciles.
Nadie se desembaraza de un hábito o de un vicio tirándolo de una vez por la ventana; hay que sacarlo por la escalera, peldaño a peldaño.
Las cadenas del hábito son generalmente demasiado débiles para que las sintamos, hasta que son demasiado fuertes para que podamos romperlas.
Toda relación con la tierra, el hábito de labrarla, de trabajar sus minas o simplemente de cazar en ella, engendra el sentimiento de patriotismo.
En ocasiones el exceso es estimulante. Evita que con la moderación se adquiera el mortal efecto de un hábito.
El hábito es el enorme volante de inercia que mueve a la sociedad, su más valioso agente de conservación.