Rock and Roll sin duda ha tratado de hacer mella en mí. Prefiero no hablar de mis excesos del pasado aquí, aunque algunos rockeros incondicionales podrían argumentar que esos excesos eran responsables de algunos grandes discos, pero sé de qué lado salí adelante.
Correcciones del mercado de valores, aunque dolorosa en el momento, son en realidad una parte muy saludable de todo el mecanismo, porque hay excesos especulativos siempre que se desarrollan, sobre todo durante el mercado alcista de largo.
Nuestras preocupaciones acerca de lo que vimos en Australia: una economía claramente vinculados a China ha enganchado su vagón a la cola del tigre. En cuanto a la complacencia general lo que hemos escuchado una y otra parte de los inversores y los clientes y clientes potenciales, es decir, "sí, sí, hay algunos excesos, pero el gobierno va a encontrar una manera.
Vas a través de un proceso de refinamiento y la eliminación de los excesos de la juventud en términos de su entusiasmo por lo que el teatro puede hacer.
No se oye policías TV quejarse porque tienen que cumplir una ley draconiana que no deben estar en los libros, en primer lugar, o lamentar los excesos vengativos en la sentencia. Hollywood, supuestamente un caldero espuma del liberalismo, ha sido siempre conservadora contra el crimen.
Estamos viviendo en los excesos de la libertad. Basta con echar un vistazo a la calle 42 y Broadway.
Las voces de autoridad moral en el teatro exigía sólo la puntualidad y el rendimiento físico. A la luz de la continua presión y el estrés, el servicio de labios de vez en cuando pagó a la moderación no tenía sentido. El hambre y el envenenamiento no fueron excesos, pero las medidas tomadas para permanecer dentro de la norma.
Es la creencia de que los extremos y los excesos de la desigualdad deben ser reducidos para que cada persona es libre de desarrollar plenamente su potencial. Por eso nos tomamos un tiempo precioso de nuestras vidas y le damos a la política.
El amor de la gente de los dulces y los sentimientos de culpa por los excesos son bastante universal.
Somos un país de excesos. Así que no es la violencia, en sí, sino la exacerbación y la repetición constante.
La virtud es más de temer que el vicio, porque sus excesos no están sujetos a la regulación de la conciencia.
El orgullo engendra al tirano. El orgullo, cuando inútilmente ha llegado a acumular imprudencias y excesos, remontándose sobre el más alto pináculo, se precipita en un abismo de males, del que no hay posibilidad de salir.
Dos excesos deben evitarse en la educación de la juventud; demasiada severidad, y demasiada dulzura.
La juventud es la edad de los sacrificios desinteresados, de la ausencia de egoísmo, de los excesos superfluos.