Si tuviese yo las telas bordadas del cielo, recamadas con luz dorada y plateada, las telas azules y las tenues y las oscuras de la noche y la luz y la media luz, extendería la telas bajo tus pies: Pero, siendo pobre, sólo tengo mis sueños. He extendido mis sueños bajo tus pies. Pisa suavemente, pues pisas mis sueños.
Ven aquí conmigo y sé mi mejor amor. Probaremos algunos de los nuevos placeres de arena dorada y arroyos cristalinos, con líneas de seda y ganchos de plata.
Impartido desde la infancia que la belleza es el cetro de la mujer, la mente se amolda al cuerpo, y la itinerancia alrededor de su jaula dorada, sólo busca adornar su prisión.
En las grandes ciudades que recibieron nuevos estadounidenses, hay flores, una época dorada de los restaurantes, tripulado por el talento disponible en el extranjero y alimentada por la riqueza inquieto de los nuevos ricos.
Hay algo único acerca de los Estados Unidos, el sentido de los derechos y libertades individuales, y un sentido de responsabilidad social y cívica que hemos contribuido a que gran parte del mundo. Perdimos esa misión en los años 1980 y 1990, cuando entramos en una era dorada, y la cultura del individualismo convertimos en una cultura de avaricia.
Me alegro de haber nacido cuando yo tenía. Mi tiempo fue la época dorada de la variedad. Si yo estuviera empezando de nuevo ahora, tal vez las cosas suceden por mí, pero ciertamente no sería en un espectáculo de variedades con 28 músicos, 12 bailarines, dos grandes estrellas invitadas, 50 trajes a la semana por Bob Mackie. Las redes no gastarían el dinero hoy.
'Leave It to Beaver', que funcionó desde 1957 hasta 1963, fue uno de los más extraños, más dulces comedias domésticas, más distintivos de celebrado la época dorada de la televisión.
Pero ya ves, esa es la prisión dorada de la moda. Estamos viajando en aviones privados, y mientras tanto yo estaba tan increíblemente, dolorosamente triste y solitario.
Yo juro que vale más ser de baja condición y codearse alegremente con gentes humildes, que no encontrarse muy encumbrado, con una resplandeciente pesadumbre y llevar una dorada tristeza.