Eso lo sé. Estoy teniendo una bola. No estoy bofetada feliz. Estoy lleno de alegría y de paz y con todo tipo de cosas que me han eludido por unos cuantos años. Y están de vuelta y están prosperando.
No importa cuántas frustraciones vienen junto, o cuántos problemas surgen, nunca pierdo el sentimiento de lo afortunado que soy. Estoy muy contento de estar haciendo un trabajo que me hace reír cada día. Soy consciente de que es un gran privilegio.
Los chinos parecían estar de luto Mao de manera sincera. Pero me preguntaba cuántos de sus lágrimas eran auténticos. La gente había practicado actuación a tal grado que confundieron con sus verdaderos sentimientos.
No debería ser ninguna sorpresa que los que optan por actuar como una profesión son farsantes que viven en un mundo de fantasía. Lo que sorprende es cuántos de ellos son felizmente inconscientes de ello.
La próxima vez que algunos académicos indican cómo la diversidad es importante, pregunte cuántos republicanos que hay en su departamento de sociología.
Las personas son fans de Dunkin 'Donuts. Tienen una relación con la empresa, que ir allí todos los días. Dunkin 'Donuts está utilizando Twitter para comunicarse con esas personas. Hay personas que están encontrando valor en eso. Hay miles de personas, no sé cuántos miles ahora, después de Dunkin 'Donuts.
En Wall Street, él y unos pocos más - ¿cuántos? trescientos, cuatrocientos, quinientos? se había convertido precisamente que... Masters del Universo.
Aquel que ama, el mismo se ata y se mata, y se hace de señor siervo, en tanto que todos cuantos ve se piensa que le usurpan su amor, y con muy poca superstición todo en su corazón se perturba y se le revuelve de dentro.
Había unos cuantos años cuando yo era tan enamorado de la idea de vivir algún tipo de estilo de vida de una persona famosa que en realidad no es adecuado para mí.
¿Sabes cuántos años tengo? Soy tan viejo, recuerdo cuando Letterman solía ser divertido y era presidentes que fueron graves. Esa es la edad que tengo.
No sé cuántos pensamientos que tenemos un segundo, pero es todo un número increíble, y acaba de definir la secuencia apropiada de las personas, todo lo que realmente necesita es un lápiz y un pedazo de papel.
Hay millones de artistas que crean; sólo unos cuantos miles son aceptados o, siquiera, discutidos por el espectador; y de ellos, muchos menos todavía llegan a ser consagrados por la posteridad.
Si no existieran hijos, yernos, hermanos y cuñados, cuántos disgustos se ahorrarían los jefes de gobierno.
¡Ah, si nos fuera dado el poder de vernos como nos ven los demás! De cuantos disparates y necedades nos veríamos libres.
Quizá, el camino más directo para conquistar la fama sea el afirmar con seguridad y pertinencia y, por cuantos modos sea posible, el haberla conquistado.