Lo más importante que aprendí como corresponsal extranjero en unos 80 países es que se necesita un conocimiento muy superficial de la historia para pensar que hay soluciones a la mayoría de los problemas.
Nos imaginamos que la benignidad de nuestro gobierno y de los deseos de la gente era muy corresponsal que no éramos como otras naciones, lo que requiere la fuerza brutal para apoyar las leyes.
La gran cosa acerca de ser un periodista de prensa es que se le permite agacharse. Los camarógrafos que te maten, mientras que los escritores están apoyados en el piso. Un corresponsal de guerra de la BBC dedicó su libro de memorias de 50 colegas caídos, y te garantizo que estaban tomando fotos. Estoy vivo sólo porque soy como un pollo.
Yo diría que el corresponsal de guerra tiene más bebidas, más chicas, mejores salarios y mayor libertad que el soldado, pero a estas alturas del partido, tener la libertad de elegir su lugar y que se les permita ser un cobarde y no se ejecutará porque es su tortura.
Kennedy no tenía que correr el riesgo de que sus ideas y sus palabras acortadas y adulterado por un corresponsal. Esta fue la era de la televisión, no sólo en la campaña, pero en la celebración de la presidencia.
Creo que todavía estoy masticando mis años como corresponsal en el extranjero. Me encontré cubriendo catástrofes - la guerra, sublevación, hambrunas, las crisis de refugiados - y ser testigo de cómo las personas se vieron afectadas por situaciones extremas. Cuando encuentro una historia del pasado, traigo algunas de esas lecciones que tienen que ver con la narración.
Yo estaba pensando, le dije a todo el mundo, para llevarlo en el camino conmigo. Por lo menos yo esperaba para mantener mi ritmo frenético, y mi pasión como corresponsal de guerra.
Usted puede aprender todo acerca de la condición humana de cubrir el ritmo del crimen en una gran ciudad - que no es necesario ir a Beirut para eso - pero un corresponsal extranjero empieza a entender la pobreza desde una perspectiva diferente.
Como todos los jóvenes periodistas - brillante o irremediablemente incompetente - Soñé con la vida glamorosa del corresponsal extranjero: vagabundeo Viena en una gabardina Burberry, que habla una docena de idiomas a las mujeres peligrosas, escapando por bandidos sardos - lo de siempre que están hechos los sueños de periódicos de.