El hombre conoció el amor e invento el matrimonio. La mujer conoció el matrimonio e inventó la tarjeta de crédito.
¡Toma, mujer, mi flor: la amapola! Las rosas son las flores de los otros. ¡Toma, mujer! Como mi sangre, roja: se la bebió en tu ausencia poco a poco. ¡Toma, mujer, la reina de los campos! No conoció rosal que la quisiera. No sé por qué se me parece tanto. Sí que lo sé: es, como yo, de tierra.
Adán conoció a Eva, su mujer, y ella concibió. Es una lástima que este sigue siendo el único conocimiento de sus esposas en la que algunos hombres parecen llegar.
Mi madre se aisló de toda la familia y amigos desde hace 20 años. Y nunca conoció a su nieto, hijo mío.
El hijo siempre se ha sentido como si fuera una nota al pie en una de las historias que el padre le dice. El padre es un narrador increíble y uno de los cuentos que él cuenta es cómo conoció a su esposa.
Mi padre era el hijo huérfano de inmigrantes a los Estados Unidos desde Irlanda. Mi padre nunca conoció a sus padres. Su madre murió - no estamos seguros - ya sea en o poco después de su nacimiento, y él y todos sus hermanos fueron colocados en orfanatos en el área de Boston.
He conocido a un par de seis años de edad que aparentemente estaban muy emocionados de verme - antes de que realmente me conoció. Y cuando realmente me conocieron corrían detrás de las piernas de sus padres y se encogieron de refugio.
La tristeza según Dios es un don del Espíritu. Es una realización profunda que nuestras acciones han ofendido a nuestro Padre y nuestro Dios. Es la conciencia aguda y con ganas de que nuestro comportamiento causado el Salvador, El que no conoció pecado, incluso el más grande de todos, para soportar la agonía y el sufrimiento.