Humphrey Bogart vino la otra noche a casa y acabó completamente borracho, algo por otra parte, bastante normal en él. Cuando va cocido es un pelmazo, pero la verdad es que no mejora mucho cuando está sobrio.
Hay tres cosas infinitas: el universo, la estupidez humana y la cantidad de arroz que te das cuenta que has echado a hervir cuando está cocido.