En Chile ha ocurrido una gran revolución Liberal en lo económico... Que lo ha hecho un país próspero, libre y estable.
Dada la historia política de Chile, me pareció que había una tarea fundamental de la consolidación de la democracia y la creación de relaciones cívico-militares y político-militares sanos.
Chile ha hecho mucho para librarse de la pobreza, especialmente la pobreza extrema, desde el retorno a la democracia. Pero aún nos queda mucho camino por recorrer hacia una mayor equidad. Este país no tiene un modelo económico neoliberal más. Hemos puesto en marcha una gran cantidad de políticas que aseguren que el crecimiento económico va de la mano con la justicia social.
Nací en los tiempos antiguos, en el fin del mundo, en una familia católica y conservadora patriarcal. No es de extrañar que a los cinco años yo era una feminista furiosa - aunque el término no había llegado a Chile, sin embargo, lo que nadie sabía qué diablos estaba mal conmigo.
Ha habido un cambio cultural. Es difícil de medir todo lo que en este momento, pero las mujeres chilenas han visto mi presidencia como una fuente de orgullo. Las mujeres se desempeñan en puestos de trabajo en Chile ahora que hace 20 o 30 años nadie se hubiera atrevido a imaginar.
He estado en un equipo que ganó el campeonato del mundo de la barbacoa. Pero barbacoa es interesante, porque es uno de esos alimentos de culto como el chile o sopa de pescado. Varias partes del mundo tendrán un alimento culto que la gente se enormemente unidos - hay enormes tradiciones; no hay secreto.